Estamos en 1942 y EEUU se encuentra en un período crítico de la Segunda Guerra Mundial. Ante las campañas de reclutamiento masivo, el deseo más firme de Steve Rogers (Chris Evans) es enrolarse y combatir por su país. Lo intenta una y otra vez, pero lo rechazan porque es físicamente enclenque y enfermizo. Su persistencia, sin embargo, llama la atención del Dr. Abraham Erskine (Stanley Tucci), un científico que ha desarrollado la fórmula para crear un ejército de soldados con características físicas superiores. Steve es incluido en este programa a pesar de las dudas del Coronel Chester Phillips (Tommy Lee Jones) y la agente británica Peggy Carter (Hayley Atwell). Durante la etapa de preparación, Steve demuestra virtudes que confirman el buen juicio del Dr. Eskrine para seleccionarlo. Es sometido al experimento y convertido en un soldado excepcional. Ha nacido el Capitán América. Ya en el frente de combate, se da cuenta de que el mayor peligro para la humanidad no son los nazis, sino Johann Schmidt (Hugo Weaving) conocido también como “Red Skull”, un militar alemán que, con la ayuda del inventor Arnim Zola (Toby Jones), pretende conquistar el mundo.
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